En cierta ocasión un ángel se le apareció a un hombrecillo que estaba muy triste y le preguntó: ¿por qué estás tan triste?, el hombrecillo respondió: ´´Porque estoy solo y no tengo nada´´. El ángel al verlo acongojado le dijo:
´´Pero tú no estás solo, tienes sabiduría, inteligencia, ciencia, fortaleza, templanza, paciencia y temor a Dios; como puedes advertir lo tienes todo porque estás hecho de amor y - el amor es poesía y la poesía es amor-´´.
El ángel continuó hablando aconsejando al hombrecillo: ´´haz un viaje a tu interior y visita a tu Maestro´´. El hombrecillo acató la recomendación del ángel, quien se puso dispuesto a viajar y viajó hasta lo más insondable de su ser. Ahí encontró al Maestro, que estaba orando en un rinconcito, quien alzó su cabeza y al verlo le dijo: ´´acércate´´. Le preguntó: ¿qué buscas?, el hombrecillo respondió: Maestro, estoy solo y no tengo nada y sumido en la tristeza. El Maestro respondió: ´´anda y con fe practica todo lo que te recordó tu ángel, nunca más olvides los dones y virtudes que tienes porque Yo te hice con amor y nada te falta´´.
Entonces, el hombrecillo despertó conciencia de lo completo que era. Jamás, ni se sintió solo, ni le faltó nada porque empezó a valorar lo sagrado que era la vida que decía: ´´la vida es el regalo más preciado que merece extraordinario respeto y no debe ser dañada´´. Entendió que estaba hecho de amor, ´´-que el amor es poesía y la poesía es amor-´´. Perseveró en todo lo bueno de lo que estaba hecho sorteando el mal y evitando caer en desgracia para ser feliz.
Luego el hombrecillo con alegría dijo: ´´tengo el deber de quererme como humano que soy, de verme en la práctica del amor para dar amor a los demás´´. Agregó: ´´Porque cuando los ojos no ven el corazón olvida´´.